Varios desarrolladores de videojuegos para consolas han comentado qué es lo que piensan sobre las consolas que llegarán en los próximos años. Estos han dicho que la PS5 y la Xbox Scarlett deberían ofrecer discos duros de estado sólido, o sea SSD.
Estos comentarios fueron acompañados por requerimientos por parte de los desarrolladores hacia las compañías que fabrican las consolas. Pues han dicho que el 4K y los 60 cuadros por segundo deberían ser un estándar en la nueva generación, incluso han dicho que las nuevas consolas tendrían que ofrecer una potencia mínima de 7,4 teraflops.
En una entrevista que se le realizó a varios trabajadores del mundo de los videojuegos, se ha podido conocer que estos necesitan que las consolas de la próxima generación ofrezcan más memoria RAM, mayor potencia de GPU y CPU y un disco de estado sólido de fábrica. Esto es requerido debido al cuello de botella que se genera entre el procesamiento y la lectura de los archivos guardados en el disco.
Por el momento no se sabe si Sony y Microsoft le harán caso a las opiniones de los desarrolladores, por lo que en un principio las consolas vendrán con un disco rígido común y corriente.