El gran intento de Google por ingresar al mercado de los wearables no ha llegado a tener el éxito que se esperaba. Para poder darle a la plataforma una nueva oportunidad, le han cambiado el nombre por Wear OS, pues anteriormente se llamaba Android Wear.

El cambio llega algunos días antes de que se de comienzo al Baselworld, la feria comercial más grande de la industria relojera. Probablemente Google presente nuevos relojes en esta feria, aunque nada se ha confirmado al respecto.

¿A qué se debe este cambio por parte de Google?

Se insinúa que el cambio de nombre se debe a que uno de cada tres usuarios nuevos de Android Wear posee un iPhone. Por ende no es para nada beneficioso comercializar un producto que tenga la palabra “Android” si se planea que el mismo pueda ser utilizado por otros usuarios que no utilizan un móvil con Android.

El tiempo dirá si este cambio de nombre hará que las ventas de los productos wearables de Google puedan repuntar.

La compañía Apple lo tiene bien en claro, pues el futuro de los wearables está relacionado expresamente a la salud, pues los mismos podrían llegar a convertirse en un recurso médico que podría abaratar las pólizas de salud.

Sabíamos desde hacía un tiempo que el Apple Watch era capaz de medir las pulsaciones e incluso alertar de la existencia de pico de presión, algo más que importante cuando se hace ejercicio. De igual manera los de Cupertino quieren ir más lejos, y eso se puede observar en la patente que registraron recientemente.

Según dicha patente, el Apple Watch se encargaría de tomar la presión sanguínea de la persona que lo usa, dando un pase agigantado en la estrategia de estos relojes en lo que a salud respecta. Como se destaca en esta patente, las alteraciones en la presión sanguínea  pueden significar muchas cosas, y saber qué es lo que pasa en nuestros cuerpos es algo crucial para no sufrir imprevistos.