El último informe de ganancias ha dejado en claro que el mayor reto de Intel para la segunda mitad de año va a ser satisfacer la demanda. Pues están teniendo problemas para poder entregar suficientes procesadores a los consumidores.
La escasez tiene distintas causas: la primera es que la demanda está creciendo mucho, y la segunda son los grandes retrasos que Intel está sufriendo con la fabricación de 10 nm. Si bien este proceso es nuevo y aún falta práctica, la compañía está repartiendo los esfuerzo entre los 10 nm y los 14, aunque esto no alcanza.
¿Cómo afecta esto en el precio?
Como suele suceder en todos los ámbitos, ante mayor demanda, mayor es el precio que se debe pagar para poder adquirirlo. Por ejemplo, el Core i5-8400 ha pasado a costar de 180 dólares a 200 dólares aproximadamente.
Si quieres comprar un procesador pero no quieres gastar más dinero el que en realidad vale, te recomendamos ir por los AMD Ryzen, procesadores que ofrecen una gran capacidad de procesamiento y que además son mucho más baratos.