Los fabricantes de móviles van a tener que abonar una licencia para poder usar PlayStore y aplicaciones tales como YouTube, Google Maps y Gmail en los terminales que se vendan dentro de la Unión Europea. Esta decisión llega tras la multa de varios millones que le impusieron las autoridades a Google por competencia desleal.
Esta decisión llega tras la gran multa de 5.000 millones de dólares que le impuso la Unión Europea por considerar que Google había abusado de Android para frenar a otros competidores. Si bien la compañía había apelado esta decisión argumentando que haber puesto a disposición su sistema operativo de código abierto había favorecido a los desarrolladores, la cual le permitió que hubiese una competencia más sólida.
Google había adelantado que la decisión de la Unión Europea lo ponía en una situación complicada, y que si la multa era llevada a cabo iban a tener que cobrar por la instalación de sus desarrollos dentro de los móviles. Hoy este anuncio es un hecho y Google empezará a poner precio a sus aplicaciones.