Tanto Apple como Samsung, los mayores fabricantes de smartphones en el mundo, llevan 7 años luchando por patentes en los Estados Unidos. El que parecería ser el último paso en dicho enfrentamiento ocurrió ayer.
Una corte federal en California, le ordenó a Samsung pagar un total de 539 millones de dólares a Apple, ¿por qué? Pues por copiar el diseño y las funciones de los iPhone y iPads.
El conflicto comenzó en el 2011 cuando Apple denunció a Samsung por copiar la forma rectangular con esquinas redondeadas de los iPhone y iPad, como así también ciertos elementos de la interfaz: como por ejemplo el toque para ampliar una fotografía.
Pasaron los años y las demandas aumentaron y consigo el monto que Samsung le debía pagar a Apple por el robo de patentes. Ahora parece que el fallo es definitivo y que la compañía Surcoreana deberá desembolsar cerca de 600 millones de dólares para que todo esto se termine.